domingo, enero 08, 2006

Poemas Septiembre 2004

POEMAS SEPTIEMBRE DE 2004


En mis noches sin luna,
como una estela de luz,
tu alegría es la que me alumbra.
La greda traslúcida que forma mi amor,
como la alegre brisa
que frota mis pensamientos,
siempre eres tú.
Mi vida y mis sueños,
siempre eres tú.
Cuando en nuestro hogar
dominan los nubarrones,
la que enciende la luz de la esperanza,
siempre eres tú.
Cuando están llenos de tristeza
mis ojos,
la que el velo me quita
colmándolos de alegría,
siempre eres tú
El misterioso poder
que sale de mi corazón,
la que lo recibe con amor,
siempre eres tú.







Es la mujer melillense morena
y guapa africana,
muy sobre sí consciente
de su sentir español.



A mi mujer, Ana María, melillense como mi menda lerenda.







El viento en El Lobera
hace de atronadora orquesta
al compás de compasillo,
haciendo cantar sus árboles
con cascabeles en sus ramas
a sus hojas bailonas y risueñas.
El de su hermano,
el llano y bello Hernández.
en tres por cuatro por sus parterres
es un vals que balancea a sus palmeras.



“Los tristes creen que los vientos gimen; los alegres que cantan”.
(Patricia Highsmith)


Al Lobera y al Hernández




El río Oro es el irreversible flujo del tiempo, y España, en este caso Melilla, sabe de sus lágrimas que a veces recorren sus calles casi ahogándola (19 febrero de 1985, una de tantos).
La poesía hace justicia a las palabras que emocionan. Es como si fuera mágico cuando uno la escribe, como si liberaras quitando la mordaza de la injusticia. En este caso es el descorrer de las cortinas del recuerdo de nuestra vida; en este caso de la mía, el transcurso de ella de hace años. Si les digo que mis ojos quedan absortos en las estrellas junto a esta bahía malagueña recordando el áncora que me ata a Melilla, siendo mi madre la que me amarró a él con su cordón de amor, pensarán que es una nadería, y les puedo asegurar que es romanticismo y tan real como la vida misma. Algunos de mis coetáneos recordarán el agua apagada del estío a veces bravía de Trápana llegando sus gotas como suave azote por el viento a las parejas que se asomaban a sus murallas cercanas a las cuevas del Conventico junto al Bonete erguido y orgulloso como una proa de la nave de nuestro Rusadir. Ellos reían apartándose y saludando a las olas que rompían en las rocas.
En verano, cuando la Feria de septiembre se convertía en la tundidora de las calles del Centro, en el “Tubo del agua caliente” de la Fabrica de la Luz en San Lorenzo, con la comunión cumplida, muchas olas venían muy tendidas sin apenas mojar los pies, otras tomaban sus fuerzas desde el Faro del Puerto, llegando muy altas y haciendo flotar nuestros pequeños cuerpos en el rebalaje de arena amarilla. Pero de pronto a corta distancia se veía una muy grande con su cresta de espuma, lamiendo el Cargadero del Mineral en toda su largura, que recibíamos con gritos de alegría mezclados con escondido miedo; era el momento en que se nos caían los bañadores dejando nuestras partes, aún no pudendas, al socaire de las olas.
Al viejo de la boina y el bastón cuando aún no le habían dado la jubilación (licencia decía él) en el Ayuntamiento gustaba tomarse sus buenos vasos de vino en Casa de Carmelo, en la Cañada o Avenida de Castelar, diciendo como un experto sumiller, sin serlo, claro: “El vino de Casa Carmelo es amarillo, muy ligero y de trago largo”. Otra de las cosas que solía decir poco antes de irse con su esposa a descansar a la Purísima era que tenía un amigo filógrafo (coleccionista de autógrafos) con firmas de artistas venidos a Melilla en las primeras décadas del pasado siglo. Él tenía uno en un papel de color sepia, por lo antiguo que era, de “La Cachabera”, una artista que conoció en los años de cuando el “Desastre”, el de Annual y que más tarde se hicieron muy “íntimos” amigos. Este venerable anciano era un sentimental lleno de lirismo disfrazado de humorismo con retranca. Siempre decía que para ser alborotador hay que serlo de conciencias. Hace cuarenta años me dijo que en La Purísima debía haber una estatua de Moisés encima de la tumba de los Héroes Desconocidos en las guerras de Melilla, relatándome un hecho del gran Miguel Angel de cuando acabó de esculpir la estatua del portador de las Tablas de la Ley, anécdota que he podido leer hace varias semanas en el dominical de El País donde Manuel Vicent me lo hizo recordar que cuando Miguel Angel acabó la estatua de Moisés, le dio con el martillo en la frente diciéndole: “ Habla perro”, y el mármol de Moisés habló así: “ Creaste a David para hacer feliz el aire de Florencia, y por eso es música; y a mí me has creado para estar sentado sobre la carroña de un Papa, y por eso guardo la voz de los muertos”.
Como digo al principio son pasajes de la vida en el recuerdo. Yo creo que la piel de un poeta está hecha de palabras nerviosas voladoras en cielos de distintos colores menos el gris plomizo, que a mi no me gusta. Come a veces con los ojos cuando le falta un lápiz para apuntar lo que su memoria le niega, y la digestión la hace a través de las palabras llenas de encanto.

Juan J. Aranda
Málaga septiembre 2004

Sobre una visita que nunca llega 16/08/2004

SOBRE UNA VISITA QUE NUNCA LLEGA


La historia, esta vez es con minúsculas y con sordina por el pudor que siento, se ha vuelto a repetir; me refiero al gesto que las autoridades de la Ciudad han tenido con la Casa de Melilla aquí en Málaga. Ya sé que estas autoridades no tienen ninguna obligación de “oficio”para visitar nuestra caseta en el Real de la Feria malagueña, situada en la calle de “La Trini”, en el Cortijo de Torres; señalo la calle por si ellos no lo saben, porque de ella se llevarían pocos votos y claro está si no hay teta no hay leche que valga, aunque hubiese habido fotos con sonrisas obligadas. Pero una cosa si que deben tener en cuenta estos señores, buscadores del voto fácil, que aquí en Málaga se conoce Melilla por los melillenses que residimos en ella y por la Casa de Melilla que denodadamente, con más ánimo que euros, no paramos de “melillear” defendiendo nuestras costumbres, luchando por nuestra Historia (esta si es con mayúsculas), la gran desconocida de muchos compatriotas, y nuestra idiosincrasia en cada momento, que es el crisol de toda la Península; la defendemos desde cada puesto de trabajo, en las reuniones de amigos, en las tertulias de bibliotecas, en los bares tomándonos un café; y todo esto lo hacemos a pié de calle, como los albañiles trabajan a pié de obra, ladrillo a ladrillo, y no por los políticos de turno de la Ciudad que solo se les ve en los desfiles procesionales portando la vara en el Paso de la Misericordia, porque nuestro Ayuntamiento es Hermano Mayor Honorario de esa cofradía. La revista “El Abanico” que se publica anualmente en el periódico Sur, de todas las casetas que existen en Málaga, que son el ciento y la madre, tiene a la nuestra entre las cuatro primeras por antigüedad. El presidente de nuestra Casa, José Casado, entristecido me comentaba el hombre que muchos melillenses desplazados a la Costa del Sol por estas fechas es unos 20.000, y un alto porcentaje de ellos se han llegado por la caseta para ver, entre otras, una fotografía compuesta de nuestra Plaza de Toros, el Ayuntamiento y el edificio de La Reconquista en la fachada, y también para disfrutar de la buena acogida por parte de la directiva, por el magnífico servicio de bar, con precios muy asequibles para toda clase de bolsillos, y de la orquesta tan simpática que ameniza todas las noches las veladas. Muchos de ellos le preguntaban si las autoridades de nuestra Ciudad han aparecido por allí el día de la inauguración, aunque fuera para refrescarse con una cerveza y degustar un taquito de jamón. Claro es que no apareció nadie de los que mandan en la Casona de la Plaza de España, y créanme si les digo, que si nuestro amigo José Casado estaba apenado, como muchos de sus directivos, yo me he sentido aburrido, por no decir asqueado, porque como digo al principio, la historia se ha vuelto a repetir otro año más. El año pasado en la misma caseta homenajearon a Paco Benítez, mi amigo de la niñez en Ataque Seco, propietario del restaurante Los Salazones, conocido en las guías de turismo; a Antonio Aznar, otro gran amigo de siempre, que fue edil del PP hace años, en los que hizo de maestro de ceremonia o de protocolo y de cicerone para todos los que visitaban nuestra ciudad procedentes de la Península, y también presidente de la Asociación de Diabéticos hasta hace pocos meses; y a Ramoní, ídolo de muchos chaveas melillenses, que nos llenó de gloria futbolera hace décadas. Tres hombres buenos como personas y como hijos de Melilla que todos conocemos por su melillismo y por sus trayectorias en bien de nuestra Ciudad. Bueno pues el día en que se celebró el homenaje fueron acogidos con el cariño que nos caracteriza a todos los melillenses que residimos allende nuestra orilla, y también de muchos desplazados para la ocasión, pero hete aquí que de todos los políticos y autoridades que hay en Melilla ninguno se dignó acercarse a la feria para saludar a estos tres hombres emocionados, que han puesto el nombre de Melilla en un listón tan alto que dudo que estos políticos, con su parafernalia y disponiendo de dineros públicos para ello, lo lleguen a superar.
Referente a la campaña de los 40 “Smart”, que solo cuesta 1 (uno) euro al día, me dice José Casado que no tienen ni idea de ello, ni yo tampoco. Yo me digo a mí mismo: si el señor Consejero de Turismo, señor Mateo, el que el año pasado no apareció por la caseta ferial cuando el famoso homenaje, estando en Málaga (alguien lo vio por la Alameda Principal), hubiera descolgado el teléfono, el oficial que lo pagamos todos con nuestros impuestos, para comunicar a los de la Casa de Melilla que en la Costa del Sol se va a proceder al evento tan peculiar e insólito de que el alquiler de un coche de la marca Mercedes “Smart” solo va a costar 1 (uno) euro al día, creo que los melillenses que residimos aquí nos hubiésemos movilizado, dándonos patadas en el culo, como siempre ha ocurrido en temas que atañen a nuestra ciudad.
Quiero decirles a las autoridades que son votadas cada cuatro años y gobiernan nuestra Ciudad que aquí en Málaga existe un colectivo de miles de melillenses que no guardamos rencor por los “bofetones” de desaires que recibimos algunas veces de sus partes (no pudendas, claro está), pero como la capacidad de olvido viene con el tiempo transcurrido, será mucho este para que eso ocurra. Y eso de “Pelillos a la mar”, nada de nada. Yo le digo a José Casado y a todos los dirigentes de la Casa de Melilla lo que Edward Joung decía sobre la tristeza: “No puedes evitar que los pájaros de la tristeza vuelen sobre ti, pero debes evitar que aniden sobre tu cabeza”. En España, como somos tan refraneros, tenemos uno de ellos para todo y no se me ocurre otro que el que dice: “Árbol que no da fruto pide sustituto”. Más o menos quiere decir que se debe aconsejar suprimir aquello que no da fruto como lo hizo el pueblo de Madrid con la desdichada María Luisa de Orleans esposa del infecundo Carlos II: “ Parid, bella flor de lis / en aflicción tan extraña; / si parís, parís a España, / si no parís, a París”. O sea que si no valen para lo que han sido votados que se vayan a sus casas a hacer encajes en las bocamangas de las togas de los magistrados, o sea, puñetas, que al parecer, según decía mi madre, relaja mucho.
Reciban un saludo.

Asociación Alzheimer Torremolinos 15/08/2004


ÁNIMO A LA ASOCIACIÓN DE ALZHEIMER (A.F.A) DE TORREMOLINOS


El Alzheimer mata dos veces a la misma persona; primero destroza su mente en su inútil lucha y después su maltrecho cuerpo. Es una cruel enfermedad que hace bajar a los enfermos que la padecen a infiernos por una escalera sin barandilla y con escalones desiguales, llegando siempre al fondo con toda su maldad, pero todo esto es en compañía de los familiares más cercanos, que son los que bregan y sufren con ellos desde el principio de la enfermedad. Los científicos dicen que es una proteína llamada Almiloide- Beta que se acumula en zonas de la corteza cerebral interviniendo en las decisiones de recordar, hablar, razonar, orientarse, andar, etc., lo que hace muchos años se decía de algún anciano o anciana: “Ese viejo chochea, solo dice tonterías, el pobre”, y lamentablemente no era así. En Torremolinos como en casi todas las ciudades de España existe la A.F.A; una asociación formada por familiares y amigos de los enfermos de Alzheimer que tiene su sede en el Edificio Entre-Plazas, 1º piso, en el mismo centro de Torremolinos. Su dirección electrónica es: afatorremolinos@jahoo.es . Su presidenta, la señora Rocío Pinto, que tiene a su cargo un familiar con esa enfermedad me comentaba lamentándose que por parte del Ayuntamiento torremolinense no han recibido ni un céntimo. Dice que han solicitado por seis veces desde el año 2003 para hablar, pasando las solicitudes por el registro del Ayuntamiento, solamente dialogar con el Alcalde y éste ni siquiera les ha dirigido un escrito. También me contó algo sobre una grabación en la TV local donde alguien le advirtió que “cuidaran sus palabras”, grabación que no se emitió. Como soy un poco ingenuo me cuesta trabajo entender esa negativa de rechazar una entrevista para esos fines. Yo ignoro si en Melilla existe una asociación de familiares de enfermos de Alzheimer, que si así fuese, la señora Rocío Pinto y todos los asociados estarían encantados en compartir inquietudes y encontrarse periódicamente con ellos y también, porqué no, solicitar socios colaboradores que ingresen algún óbolo (pequeña cantidad) en una cuenta de la sucursal del BBVA de la Plaza Costa del Sol de Torremolinos. Tengo que decir que de la Junta de Andalucía han recibido una notificación concediéndoles 1000 euros de los 3000 que solicitaron. Un poco de racanería si que han tenido los de la Junta, pero yo digo que menos da una piedra. Por si no lo saben este alcalde pertenece al PP, y como estoy seguro que no tiene la oportunidad de leer este periódico yo opino, si me lo permiten claro está, que alguien de su partido en Melilla, lleno de buenas intenciones, que haberlos haylos, le comunique que la presidenta y demás socios de la Asociación de Familiares de la enfermedad de Alzheimer del pueblo que es Alcalde, están muy mosqueados con él, y así pueda el hombre hacer un huequecito en su abultada agenda y recibirlos, y si es posible ayudarles en todo lo que pueda ese Ayuntamiento, que por cierto es del pueblo soberano que él gobierna y administra gracias al resultado de las urnas; que puede que en los próximos comicios, con gestos como este, pase a la oposición, como ahora lo está su partido a nivel nacional. Mucha gente cree, y yo también, que gobernar no es mandar, por mucha mayoría que se tenga; también significa tener la valentía de rectificar cuando hay que hacerlo, aunque algunos políticos son tan cucos que tienen el arte de evitar que la gente se preocupe de lo que le atañe, pero esta gente de la A.F.A. son muy persistentes y hasta que no reciban algo de su Ayuntamiento no van a parar.
Yo les animo a que no decaigan en sus lícitas y justas reivindicaciones, porque como dice el refrán: “La fe, sin ojos ve”. Campoamor se refería a la fe: “Sigue al que cree, no sigas al que niega; / la fe nunca tropieza, aun siendo ciega”. Pues eso, señores de la A.F.A. de Torremolinos, ánimo y perseverancia.
Reciban un saludo.

Juan J. Aranda
Málaga agosto de 2004



Relato de Josefa Lermo y poemas 13/08/2004

JOSEFA LERMO NEBRO
UN RELATO Y DOS POEMAS DE JOSEFA LERMO NEBRO PARA SU PUBLICACIÓN



Siguiendo mi propósito de dar a conocer acontecimientos de gran importancia de nuestra ciudad andaluza, mi ciudad, la Bella Málaga de mis amores; aunque para algunos es “Málaga la Bella”. Hoy les hablaré de un monumento bello y singular lleno de encanto del que todos los malagueños del “casco urbano” (los nacidos en sus barrios), y muchos foráneos nos sentimos orgullosos. Lo mismo el variado conjunto de calles y plazas peatonales que desde Gibralfaro se pueden observar en panorámica visión para pasear por ellas y puesta nuestra mirada en el pasado de las mismas. Muchos de los melillenses que leen este periódico conocen la antigua escultura de “El Cenachero”, ya que al bajar del barco “El Melillero”, como se le conoce aquí al buque que une las dos ciudades hermanas, estaba situada en la salida del Puerto, frente a la antigua Parada de los Carros Para información diré que la estatua- monumento fue realizada en bronce en 1968 por el escultor Jaime Pimentel en homenaje al vendedor-ambulante de pescados. Entonces Correos emitió, según creo, una tirada de dos millones de sellos postales. En la actualidad el monumento lo podemos admirar en el Paseo de la Farola, y como viene a colación existiendo una relación con el mismo, les recuerdo que el hombre que sirvió de modelo fue Manolo “El Petaca”, pescador del pueblecito marinero de Almayate, desgraciadamente fallecido hace pocos años. Entonces habría que remontarse a las chozas de pescadores que existían en La Caleta, barriada cercana a la del Limonar; La Caleta “pescaora” que estaba compuesta de barracas fabricadas de chapas, troncos de árboles, donde los malagueños marengos vivían rodeados de sus chalanas y carabos y las artes de pesca. El “burrico”, como se les llamaba antaño, también formaba parte de la vida ayudando a esta humilde gente, que se buscaba la vida con la pesca de nuestra bahía, y nuestro famoso Copo, donde en sus redes solamente sacaban lo justo para vivir. El famoso “burrico” era el único medio de transporte para ir de un lado a otro de la ciudad. Los cenacheros, hombres que también tiraban del Copo cada mañana, portaban toda clase de pescado en sus cenachos, confeccionados estos con esparto que colgaban de sus hombros, “lomos” maltrechos del peso, que la venta ambulante les obligaban a portar por las calles malagueñas.







EL INCANSABLE CENACHERO MALAGUEÑO

Hombre de piel morena,
de soñadores ojos negros
y rizado pelo azabache.
Vestido con blanca camisa de cuello largo,
fajín a la cintura y
pantalón a media caña
hasta la pantorrilla arremangado.
Camina el pescador con sus pies descalzos
y los cenachos llenos en sus brazos
que en forma de jarros le cuelgan
el pescao que va pregonando:
“¡Ay!, mujeres el pescaero ha llegao,
bueno, fresco, recién cogío y mu barato;
jurelitos, boquerones, sardinitas y pescaíllas,
¡Vamos, que te lo voy regalando!.
Yo soy el Cenachero de Málaga,
¿Qién me compra mi pescao?,
sacao del alba esta mañana”.




MELILLA TIERRA AFRICANA

Melilla tierra bonita que te invita a soñar.
Tierra nacida entre mares y bañada de arte estás.
Desde lo más alto del cielo
Brillan estrellas y luceros
Que al llegar la madrugada
Se derraman sobre tu orilla del mar.
“¡Sembrá!” de conchas y caracolas
que se posan en estelas de seda
naciendo el cantar: “Mujer de mirar de embrujo,
boquita de color de grana
de cabello peinado al viento
con la marisma temprana
que al amanecer despiertas
en tu bella tierra africana.
Melilla tierra de encanto,
¡Que guapa estás cada mañana!”.

Réplica a un dislate y perenne reclamación 05/08/2004

RÉPLICA A UN DISLATE Y PERENNE RECLAMACION

“Otra vez está Marruecos pidiendo que España le <devuelva> tu pueblo”. Esta frase me la dijo un buen amigo que la leyó en ABC. Yo como es natural me sonreí en plan sardónico, pero con muy mala leche, claro está, matizándole la palabra: “devolver”, diciéndole que nunca se puede devolver a alguien (Marruecos) una cosa que jamás tuvo, en este caso nuestra ciudad y su hermana Ceuta. Como ustedes saben existen compatriotas peninsulares, entre ellos este amigo, que por circunstancias de haber leído poco al respecto ignoran gran parte de la Historia de España tan ligada a nuestra ciudad conociendo a esta solamente por sus guerras del siglo pasado, que fueron las que más ruido y víctimas tuvieron, y también por haber sido la “Adelantada del Movimiento” de la dictadura de Franco que no fue esta solamente dura sino duradera (40 años); pero lo más doloroso, y si me apuran diría que una injusticia sangrante, es que muchos de los nacidos en nuestras dos ciudades, al mismo tiempo que desconocen su Historia también ignoran, por ejemplo, el origen del nombre de la calle en que viven o que han nacido. Desconocen el motivo que las autoridades de entonces dieron los nombres de Hernández y Lobera a los pulmones ajardinados tan hermosos que tenemos en la ciudad. Porqué son llamados con nombres tan peculiares por ejemplo, los barrios: Mantelete, Cabrerizas, Ataque Seco, Tesorillo o el Del Real. También sobre el tesoro de la arquitectura neoclásica o modernista que podemos admirar en sus calles; ¿quiénes fueron sus arquitectos o promotores?. Hoy en día gracias a la labor de unas personas enamoradas de nuestra Historia y de la idiosincrasia tan nuestra, acrisolada de todos los rincones de la Península, como lo fueron Gabriel de Morales, Rafael Fernández de Castro y Mir Berlanga, y los actuales Moga Romero, Bravo Nieto, Blasco López, y tantos otros que la tratan con tanto esmero y cuidado como si fueran hojas marchitas para que no se deshojen al menor contacto. Todo esto lo podemos hallar en los libros y revistas que existen sobre Melilla, y ahora que tenemos una biblioteca climatizada donde se está a gusto y con agua para beber (eso espero), también fresquita solicitada por el grupo de poetas de este periódico, se pueden consultar los libros de estos prestigiosos autores.
Mi romanticismo, llamémosle amor hacia nuestra ciudad y a todo lo que le rodea, me hace ser un pelín más crítico que muchos residentes en la ciudad. Pienso que será por la lejanía desde esta orilla malagueña que la observo con diferente matiz. También porque aun no se me ha caído el “pelo de la dehesa”, que lo llevo con el orgullo de hijo bien nacido de la Ciudad. El caso es que se me revuelven las entretelas cada vez que oigo palabras de entreguismo, que no-devolución, que quede claro, sean del calibre y la medida que las pronuncien, en este caso han sido las del ministro marroquí Dris Yetú: “Suscitaremos de nuevo la cuestión de Ceuta y Melilla, pero sin agresividad”. Yo creo que lo que suscitan en nosotros las autoridades marroquíes, cada vez que hacen estas reclamaciones, es antipatía y repulsa; yo al menos así me siento: jodido. Y ahora y poniéndonos serios, qué le vamos a decir desde el fondo de nuestras almas a todos los que están enterrados en La Purísima; los que reposan bajo las viejas lápidas llenas de heroísmo en defensa de la ciudad que hoy disfrutamos. Luis de Sotomayor, cae muerto en marzo de 1632; Carlos Ramírez de rellano cae muerto por decapitación en julio de 1646; Francisco López Moreno cae muerto en octubre de 1687; Alonso de Guevara y Vasconcello cae muerto en la Plaza en marzo de 1732; en julio de 1779 el Teniente Miguel Zazo cae en una emboscada en la playa de San Lorenzo. Como habrán observado los nombres de todos estos héroes están rotulados en las calles de la ciudad, siendo solo una muestra de todos los que cayeron junto a ellos. Y aunque parezca una arenga para algunos, que me importa un cigoto, yo le llamaría una pequeña argumentación histórica, y porqué no patriótica, si de lo que estamos hablando es de nuestros héroes. Para saber y comprender varios de los Tratados (con mayúsculas) que España ha tenido a lo largo de la Historia con Marruecos les recomiendo, entre otros, la lectura de “Datos para la Historia 1497-1907” de Gabriel de Morales, y todos los que escribió Mir Berlanga. En la carta que el General O´Donnell envió a nuestro Ministro de Estado Interino después de la rendición en Wad Ras el 25 de marzo de 1860 de Muley Abbas; después del preámbulo, entre otras cosas le comunica: “..... En la conferencia fueron sucesivamente aceptadas todas las condiciones. La insistencia con que pedía la paz, su elevada condición de Califa y la dignidad con que soporta su desgraciada suerte me movieron a rebajar a 20 millones de duros de indemnización; no me pareció generoso para mi Patria humillar a su enemigo, que si se reconoce vencido dista mucho de ser despreciable......” . Fíjense el rasgo de nobleza que tuvo don Leopoldo O´Donnell y Jorris; pues así desde que somos vecinos, o sea, toda la vida. Pues eso, que el señor Yetú se repase este Tratado de nueve artículos y también el Acta de Demarcación de las dos ciudades que se firmó en Tánger el 26 de junio de 1862.
Reciban un saludo.

Juan J. Aranda
Málaga 5 de agosto de 2004













Comentarios de un emotivo encuentro 25/07/2004

COMENTARIOS DE UN EMOTIVO ENCUENTRO

Yo algunas veces, y no con la asiduidad que desearía, hago como los poetas andariegos de Rusadir, nuestros amigos y compañeros de los domingos en La Voz de este periódico, Eladio Algarra y el rusadiano Garbín, y es pasear por las céntricas calles peatonales de esta Málaga, con razón llamada La Bella, donde suelo encontrarme con amigos de todas las épocas y más de algunos de cuando calzábamos pantalones por debajo de las rodillas, hoy llamados “bermudas” o con los bombachos abrochados en las espinillas. Uno de estos amigos es Carlos Ordiñana, que en sus viajes periódicos a Málaga pasamos algunas horas comentando cosas que casi siempre son de nuestra ciudad, nuestra Melilla. Una de estas veces, socarronamente y para que se alegrara, le enseñé la página de este periódico del 20 de junio donde se pueden ver una veintena de señores que pertenecen a la promoción 1953-54 del Colegio La Salle; que ya ha llovido lo suyo. Carlos, que según la fotografía, es el segundo por la izquierda, me explicó que el acto del Primer Encuentro, -con mayúsculas para que se repita-, fue de lo más emotivo porque allí se reencontraron amigos que hoy peinan canas; y digo yo que después de medio siglo, ¿qué vamos a peinar?. La procedencia de la gran mayoría de los asistentes era de Barcelona, Valencia, Madrid, Málaga, etc. . Pero lo más curioso, me dijo, es que todos cantaron el himno del Colegio sin que a ninguno se le olvidara la letra después de tantos años. Fue como un sello indeleble, igual que todo lo ocurrido en nuestra niñez, que jamás se borra de nuestros pensamientos, porque somos, al llegar a la edad de adulto, niños inflados por los años. Carlos me hizo hincapié en decir que los organizadores del evento fueron, entre otros, los señores Yebra, Vallejo, Fernández y Guillen, que se dedicaron durante meses y de forma altruista a reunir a los 19 antiguos alumnos repartidos por toda nuestra geografía. Por lo tanto a ellos hay que agradecerles el hecho de que unos compañeros de toda la vida, y alejados por las circunstancias, se reúnan en el colegio en que recibieron su primera educación, cosa que por su emotividad es la fotografía de color sepia que jamás se borrará de sus pensamientos. También echaron de menos la presencia de algunos compañeros que ya no se encuentran entre nosotros, como el señor Boix de la famosa y emblemática papelería de la Avenida que todos los melillenses conocemos.
Me dijo que el año que viene el encuentro quizás se celebre en la Península, concretamente en Granada. Ante mi extrañeza de ese cambio me dijo que ir a Melilla les supone un costo oneroso. Así que los señores que mandan en la “Casa Grande” de la Plaza de España, tomen nota para el año que viene y ayuden a organizar esta clase de eventos de antiguos “niños litris”. Digo lo de litris con todo el cariño, porque era así como les decían a los chaveas que cursaban sus estudios en el Colegio La Salle, “Colegio de Los Hermanos”, como siempre se les ha conocido, lo mismo que a las niñas del Buen Consejo, se les llamaba las del “Buen Conejo”, (con perdón).
Desde estas líneas les auguro y deseo nuevos encuentros a todos ellos y en especial a mi buen amigo Carlos Ordiñana.
Reciban un cordial saludo.


Juan J. Aranda
Málaga 25 de julio de 2004


















viernes, enero 06, 2006

Desagradecidos y sustitutas 18/07/2004

DESAGRADECIDOS Y SUSTITUTAS

Hace unos días leía que los bomberos de nuestra ciudad fueron “rechazados” en la frontera de Beni Enzar cuando iban a ayudar a sofocar un incendio en esa ciudad fronteriza. No los dejaron pasar porque no tenían un papel sellado, timbrado y firmado, y esto era la autorización de las autoridades marroquíes. Ellos, las autoridades fronterizas: “tenían que solicitar un permiso a Rabat”. A ustedes no les parece que es como los diálogos de Gila vestido con el capote militar y el negro teléfono al oído advirtiendo al enemigo que la hora que iba a bombardear era después de la siesta, ya que su capitán se molestaba mucho con los ruidos que hacían los obuses. Algo kafkiano que causa hilaridad en quienes lo escuchan. También es algo tan grave como el de una persona malherida, que desangrándose va al hospital y los médicos no la pueden atender porque necesitan una autorización de sus superiores. O sea que nuestros bomberos arriesgando sus vidas y empleando horas de su trabajo, trabajo que es pagado con nuestros impuestos, acuden a ayudar, porque eso es lo que hacen siempre, ayudar con abnegación, unos burócratas absurdos que necesitan alimentar su ego de malos funcionarios, les niegan el paso mientras el siniestro, sea el que sea, consume vida y hacienda; en este caso debió ser solo hacienda. Lo que no entiendo es como a estas alturas no conozcamos ya a algunas de las autoridades de nuestro vecino país. Como dice mi amigo Juan: “eso nos pasa por ser tan quijotes”; y la verdad es que no tengo más remedio que darle la razón, ¿o no?.
Y hablando de quijotes, el famoso Hidalgo le decía a su gordo escudero: “Paréceme, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la mesma experiencia, madre de las ciencias todas .....”. Ya sé que no viene al caso el refrán: “El agradecido no olvida el bien recibido”, porque no se llevó a cabo el hecho, ya que este alaba la virtud de los hombres agradecidos. Yo les digo a nuestras autoridades, y principalmente a los bomberos de la Ciudad Autónoma, lo que Séneca en sus “Epístolas Morales” decía. “Es tan grande el placer que se experimenta al encontrar un hombre agradecido, que vale la pena arriesgarse a encontrar a uno ingrato”.
Y ahora, para que sonrían un poco, les voy a relatar lo que Diego Ceano en su “Historias y chascarrillos malagueños”en su página 43 nos dice lo que una maestra rural venía padeciendo desde hacía veinte años. Dice que la maestra limpiaba, daba clase, incluso proveía a sus alumnos de material escolar y todo ello sin apenas cobrar un sueldo que se pudiera calificar de digno. Las autoridades locales le dijeron que sus cuitas iban a acabar, dado que el Ministro de Educación pasaría por la provincia visitando su pueblo. Lo que significaba que sus peticiones serían atendidas. Cuando el ministro llegó al pueblo, como estaba previsto, después que visitara la Casa Consistorial, la iglesia y lugares de interés, se paró en la pobre pero pulcra escuela para intercambiar impresiones con la vieja maestra. “ ¿En qué podría yo ayudar?”, preguntó el ministro, más por cortesía que inducido por su buena disposición, y ella que de tonta no tenía un pelo, le contestó: “Señor Ministro, llevo veinte años sin poder gozar de vacaciones, por lo que le quedaría muy agradecida si me mandara una “prostituta”. El ministro y todos los presentes pensaron que la maestra se había equivocado de palabra y había metido la pata. Aunque todos se miraron un poco absortos, nadie dijo nada, porque sabían que la buena mujer lo que estaba solicitando era una “sustituta”. Una vez que el ministro se marchó, el alcalde le recriminó: “Parece mentira que una persona tan ilustrada como lo es usted se haya equivocado y confundido las palabras sustituta por prostituta”. La maestra le sonrió y le dijo: “Si, si, eso es lo que usted cree, yo sé muy bien lo que he dicho. Si le hubiese pedido una sustituta, cuando llegara a la capital, ya se habría olvidado de mí, del pueblo y de mis exigencias, pero verá como no se olvida lo de la prostituta y estudia mis peticiones.” El Alcalde sorprendido ante las ideas de la maestra hubo de darle la razón cuando meses después destinaron a una maestra suplente para que ayudara a la aguda profesora titular.
Reciban un cordial saludo.

Juan J. Aranda
Málaga 18 de julio de 2004









Casa de Melilla 17/07/2004

CASA DE MELILLA

     Cuando uno por primera vez recibe el encargo de plasmar en una cuartilla algo ocurrido hace décadas, de cuando era un chavea (palabra melillense y malagueña) pone a trabajar, sin poseer buena memoria, la membrana que envuelve el cerebro; la que alguien llamó meninge. Aunque  pienso que existen grandes despistados que tienen una memoria de elefante. Entonces la capacidad de recordar viene acompañada a veces con desagrado y otras con un gusto placentero y porqué no decirlo, también de alegría, como es ésta.  Nuestro amigo y poeta Juan Hernández (Juanito para los amigos) sabedor de mis inquietudes por nuestra ciudad, me hizo el honor, y créanme que esto es un honor y no-compromiso, de solicitar mi colaboración de escribir algo sobre las distintas verbenas y ferias que hubo en Melilla a mediado del siglo pasado y yo, que cuando me hablan de nuestra ciudad, comienzo a padecer de la enfermedad del romanticismo, pasan por mi mente las imágenes de cuando vestía calzones cortos por la rodilla, época de cuando se escuchaba el primer cohete de la primera verbena que se celebraba en la ciudad, la de La Alcazaba.  Días más tarde, desde la Ensenada de los Galápagos (antigua de Los Viejos), mientras nadábamos a los pies de la barbacana Muralla Real, los petardazos de la verbena de El Pueblo era un aviso para decirnos que en la Plaza del Reloj estaban montados los carricoches y el “dale-que-te-pego” del bombo de la noria de Indalo y, como no, las tortillas de patatas con los porrones de tinto fresquito en la taberna del Manco en la calle de San Miguel, que por cierto, en la actualidad lo han reformado con el mismo “aire” de entonces.  Más tarde era la de Cabrerizas en el Paseo de Colón, con los bailoteos en la Peña del mismo nombre.  Luego había que ir al Tesorillo, a la calle de Fernández Cuevas y la Plaza de Daoiz y Velarde, donde en el patio de Tracción Mecánica, junto al Parque de Bomberos, era donde se bailaba al compás de la música de la Orquesta Trébol (una de ellas), de la que el batería era Emilio, cabo primero del Regimiento Melilla nº 52, y el encargado de la banda de cornetas y tambores del Frente de Juventudes, cuyo director de la música era don Julio Moreno Rodríguez.  Los antiguos, rememorando los años veinte con sus salas de fiestas, llamaban a esta caseta de baile de la feria: el “Dancing”.  La siguiente era la del Hipódromo, en la calle Méndez Nuñez y la Plaza del Callao, donde existía el Casino y era donde también se movía el esqueleto.  También en el recinto de las viviendas de “Corea”, los vecinos organizaban sus alegres movidas festeras.  Recuerdo que la caseta de baile la montaban junto a las rocas, donde más de una pareja, con el murmullo de las olas hablaban sin palabras.  Al finalizar esta solo había que cruzar la calle General Astilleros y pasar a la de Del Real, donde en las calles General Villlalba, La Legión, Castilla y adyacentes ya se podía llamar “feria” y no-verbena, por ser más espaciosa que las de los demás barrios. A espaldas del Grupo Escolar, en la calle Capitán Arenas se celebraban los bailoteos, lo mismo que en el Casino que era donde se cocía toda la organización de la fiesta.  Y finalmente tenemos la del Centro, la de septiembre, copando la Plaza de España, Teniente Coronel Seguí (actual Av. De la Democracia), el Parque Hernández, García Valiño (actual Avenida de la Marina Española), junto al Cargadero del Mineral y la Casa de Socorro, la que los melillenses conocemos por el “Puesto de Socorro”.   Recuerdo que la tómbola de El Cubo, montada en Teniente Coronel Seguí, en la acera de Obras Públicas, a mi madre le tocó el “Cajón”, que no era el famoso Cubo, sino otro premio mayor con cacerolas, jarrillos, muñecas, y lo más importante: el jamón incluido.   Cada día la banda municipal amenizaba en el templete de la música del Parque Hernández donde mucha gente se deleitaba escuchando sus partituras; pero cuando era la banda infantil de la Falange donde todos éramos unos críos, muchas personas aplaudían, quizás con más entusiasmo, por ser eso, unos chaveas de apenas diez o doce años.  Años más tarde se inauguró el Auditórium Carvajal en el Parque Lobera, donde tuve el privilegio de ver, junto a mi padre, algunas zarzuelas y la ópera “La Boheme”.  
     Si al describir las distintas verbenas y ferias he cometido algún error cronológico de fechas, ruego a mis coetáneos lo subsanen con sus recuerdos.  Piensen que nuestra ciudad, Melilla, con su luz parece que siempre es día de fiesta, siendo sus colores la música que “oyen” nuestros ojos.
     Reciban un cordial saludo.
     
       












Poemas Julio 2004



EL RICACHÓN Y SU HIJO, PIANISTA


Un nuevo rico sobrado de dinero,
quiso hacer de su hijo un pianista
y al fin de convertirle en un artista,
le dejó recorrer el mundo entero.

Tras pasar unos años de estudiante
con grandes concertistas del momento,
el padre organizó un glorioso evento
con su hijo como estrella rutilante.

Mientras interpretaba su concierto
el padre, preguntóle a un entendido:
“¿Qué tal la ejecución? ¿no es un acierto?

Y el otro repondióle constreñido:
“No hay que llegar a tanto, francamente;
con darle una paliza es suficiente”.

                    



Ricardo Redoli
                                             (amigo de Juan J. Aranda)


















DOS VIEJOS QUE RECUERDAN VIEJOS TIEMPOS

Dos viejos que comparten residencia,
deciden recordar tiempos pasados:
aquellos en que, jóvenes soldados,
hicieron en la mili una vivencia.

“¿Recuerdas el menú de cada día?:
garbanzos como piedras y tocino,
mucha agüita de grifo y poco vino
y membrillo de postre -cuando había- ?

“Claro que lo recuerdo, y con agrado”,
le dice su colega jubilado.
“¿ Y tú ?, ¿recuerdas el bromuro infecto

que le echaban al agua de beber
para evitar las ganas de joder....?
Pues ahora me está surtiendo efecto.”



                    
Ricardo Redoli
                                             (amigo de Juan J. Aranda)









EL QUE CASÓ CON MOZA RECATADA
Harto de francachelas y jolgorio,
un experto ligón buscó consejo
en boca de un amigo, que por viejo,
le dio la solución en el casorio.

Quiso llevar a cabo el mal tenorio,
el plan que le cruzaba el entrecejo:
Hallar una doncella con “pellejo”
(concepto que no explico por notorio).

Buscóse un sacerdote renombrado
y prometióle un buen montón de pelas
a cambio de una moza recatada.

No le fue muy difícil al prelado
-conocedor de santos y velas-,
hallarle la consorte deseada.

Celebróse una boda muy pomposa,
y el novio regaló lo prometido.
Más la noche de bodas, aturdido
quedó ante la “pericia” de la esposa.

Y en cuanto amaneció, salió a la busca
del cura y le soltó el pleito siguiente:
“Yo, padre, deseaba una inocente
y usted me encasquetó una pelandusca.”
“No, hijo, yo te pedí lo que pedías
-dijo el cura, orgulloso desu hacer-.
Me hablaste de la moza deseada

y quise interpretar que tú sabías
que hay tres clases de mozas, a saber:
No catada, catada y re-catada.”

                         Ricardo Redoli
                    (amigo de Juan J. Aranda)



EL QUE QUISO PELARSE A LO MODERNO
     
Un individuo de pelo discrepante,
con ojos de lechuza y rostro turbio,
llegó a una barberia de suburbio
y comandó un servicio extravagante:

“Dame un buen trasquilón por el cogote,
sácame cuatro rayas muy finillas,
córtame desiguales las patillas;
y arráncame, después, medio bigote.

Cógeme tres flequillos por la frente
y méteme la máquina a destajo
dejándome un penacho de plumero”.

Y previene el barbero a su cliente:
“Ese estilo, señor, no lo trabajo”.
Y dice el figurín al peluquero:

“¿Y, como te apañaste el mes pasado
que me dejaste el pelo en ese estado?”.



                    Ricardo Redoli
                         ( amigo de Juan J. Aranda)
          

Sobre una carta con acuse de recibo 28/06/2004

SOBRE “UNA CARTA CON ACUSE DE RECIBO”

     En estos tiempos que corren de nacionalismos y lenguas vernáculas deseosas que se oigan en todos los foros internacionales, de lo que yo me alegro un montón; pero si no puede ser, por los motivos democráticos que sean, hay que resignarse y esperar tiempos propicios para ello.  Voy a relatarles lo que Diego Ceano en su “Historias y Chascarrillos Malagueños” dice en la página 40 de “Una carta con acuse de recibo”.  
Al parecer la Sociedad Isleña de Navegación S.A., con sede en Algeciras, envió una circular, en 1986 al Área de Juventud y Deportes del Ayuntamiento de Barcelona solicitándole información de un tema relacionado con las actividades deportivas y de competición que en la Ciudad Condal se habían organizado.   La sorpresa que se llevaron los miembros de la asociación algecireña fue al leer la carta de respuesta, con acuse de recibo incluido, que recibieron de los catalanes y que decía así: “ Barcelona, 14 de Gener de 1986.   Senyors:  Com cada any, L’Area de Joventud i Esports de L’Ayuntament de Barcelona, editará la revista “Qué fem aquest estiu”, publicació que pretén donar als joves de la nostra ciutat la informació necessária per preparar los seves vacances.  A la vegada, es creará un banc de recursos que estará a disposició dels joves qué vulguín consultarlo.  Per aquest motiu, us preguen ens enviu els vostres programs i ofertes el més aviat possible.  I com máxin fins a l’i de maig de 1986.  La correspondencia ha d’anar adrecada a: Centre d?Informació i Assesorament pera Joves.   C/Avinyó, 7 pral.  08002 Barcelona.   Tanmateix, aprofitem l’ocassió per recordar los que durant tot l’any ens poden enviar tot tius d’activitatas i programes que puguin ésser d’interés per a joves.   Agraint la seva colaboració, els saludem atentament.  (firma ilegible)  Enric Truño i Lagares, Conseller-Regidor de Joventut y Sport.
Dice Ceano que: “.... el barcelonés tendría que darse por enterado de la falta de delicadeza que había mostrado al enviar tan singular escrito a un andaluz ”.  Yo creo que sería culpa de algún funcionario cumplidor de su trabajo que no se dio cuenta de que la carta iba dirigida a unos andaluces sin idea del idioma catalán.  Pero todos sabemos que en Cádiz hay una gracia especial para todo, y si no escuchen las coplas de los carnavales, que hasta a su alcaldesa le sacaron el estribillo: “Teo, Teo, Teo, que hasta el nombre tienes feo”.  Como todo el mundo sabe, el nombre de la alcaldesa de Cádiz es Teófila Martínez.  Y esto de la carta en catalán les movió a contestar al Consejero de Barcelona en el más puro andaluz, que también es la forma de entendernos, escribir, hablar; más o menos el lenguaje propio de estas tierras, o sea el idioma andaluz, del que los melillenses tenemos un buen porcentaje en nuestra manera de comunicarnos.  Después del preámbulo, con la dirección de Barcelona, se dirigieron así:   “Agesira Mare (Cai).  24 d’enero 1986.    Zeñó:  Hemo  recibío zu carta de fesha catorse der corriente me d’Enero.  Nos ha sío una jartá difisi enterarno de lo susedío, y má o meno eztamo cazi orientao.   Lo que toavía no z’entiende der tó e lo de <Que fem aquest estiu> y ezo no lo podemo conchabá.  En cuantito lo zepamo le contestaremo con musho arte.  Eá, zeñore, quedar con Dio”.
     Esto es una anécdota que tiene su mijita de gracia, y ante ésta cabe un refrán muy antiguo que dice: “ Vultro (cara) romano, y cuerpo senés, andar florentín y parlar boloñés”.  Lo que quiere decir de las buenas cualidades de las ciudades: Roma, Siena, Florencia y Bolonia.  Yo creo, como los de la  Sociedad Isleña de Navegación de Algeciras, que hay que tomarse estas cosas con mucho humor, porque tanto catalanes, melillenses, vascos, castellanos o andaluces somos todos españoles, aunque les pese a algunos que no han nacido en las tierras que los acogieron, como ocurre en varias regiones de España.  Para  esta gente existe otro refrán que dice: “Ebro traidor, que naces en Castilla y riegas en Aragón”.   Haciendo alusión a los que olvidan con desdén sus tierras de origen, que haberlos haylos.  
Y para los que tienen la idea sencilla de sentir la patria como le viene en gana, sin dejar de sentirse españoles,  hay uno que dice: “Ésa es mi patria; donde todo me sobra y nada me falta”.
Y para terminar tengo que decir lo que pudimos leer en la sección de Andalucía de El País de hace varios días que Agustín Moreno, Alcalde de Mijas (PSOE), se ha presentado a la única plaza restringida de médico funcionario en la localidad que es alcalde.  El ex-alcalde de Mijas, Antonio Maldonado, ha dicho que este señor se ha inventado una plaza a su medida.  Mi pregunta es: ¿de verdad que un galeno puede ejercer de alcalde en un pueblo como  Mijas y a la vez cumplir fielmente el juramento que le hizo al señor Hipócrates?.  Si lo desean a este hombre le aplicaremos el de: “Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como”.  
Reciban un cordial saludo.  
                                        Juan J. Aranda
                                        Málaga 28 junio 2004

Sobre el oficio de escribidor 31/05/2004

SOBRE EL OFICIO DE ESCRIBIDOR
     
Alguien dijo que la belleza siempre existe, aunque sea en la vejez, pero nunca en el comportamiento del misógino que odia a la mujer y es fuerte con los débiles y débil con los fuertes.  Más o menos como el que maltrata a su pareja: un cobarde de mierda.  El oficio de poetizar es como el de un orfebre, como el de un escultor que intenta esculpir el culo de una persona de setenta años con las arrugas de la edad, sea de hombre o de mujer.  Hay otros que tienen la suerte de escribir con caligrafía de amanuense y de buen pendolista, pero con palabras vacías que no te dicen nada, solo su fatuidad y su idiotez supina.  Todos los que tenemos la gran suerte de que nos publiquen nuestras “paridas literarias”, como lo hace este periódico, debemos hacer de modestos guardianes de nuestra lengua e intentar ser aprendices de la prosa, de nuestra manera corriente de hablar, y también de cómo nos expresamos, aunque nuestro léxico sea pobretón a falta de lectura.  Intentar ser el descansadero de quienes nos leen, porque pienso que el ser escritor es un rango que solo te conceden los lectores; sin ese rango, es narcisismo y egolatría.  A los lectores, por lo menos, hay que arrancarles una sonrisa o una reflexión, y si te ponen verde te jodes.  Sin ser filósofo, ni mucho menos, solo lector empedernido de todo lo que cae en mis manos, creo que la filosofía sirve para enseñar y para aprender a vivir bien con uno mismo; auténtica tarea de cualquiera que le dé por hacer vibrar las membranas que le cubren el cerebro, o sea pensar positivamente en todo lo que nos rodea.   Algunos libros que caen en nuestras manos y son devorados con fruición robándonos muchas horas de sueño, hay que leerlos de un tirón, y releerlos a menudo para que te hagas la idea de que tienes un pensil florido en las manos, que con solo abrirlo por cualquier página te deleites con sus palabras y amarlas, aunque sean inesperadas, aunque te lleguen de sopetón y llenas de bondad o de sutileza.  Perseguirlas hasta que las tienes en tu memoria; copiarlas incluso para metamorfosear tus escritos.  Los pocos volúmenes que masticamos y llegamos a digerir son los que se instalan a perpetuidad en nuestras almas.  A estos les llamo de cabecera o de consulta, son los mejores.  Otros apenas los probamos los dejamos para cuando estamos aburridos, y sin tomar ninguna nota de ellos.  Dice mi amigo Juan que estos libros aburridos se los lleva al retrete, porque en vez de leerse las marcas y las  composiciones de los champús y las pastas de dientes, que ya las tiene muy leídas y archisabidas, se entretiene con el muermo mientras se alivia el vientre. ¡Qué cosas tiene!.  Pero todos, ya sean muermos aburridos, biografías incunables o libros de eruditos, todos curan una de las enfermedades más peligrosa que existe en el mundo: La Ignorancia.  Esta siempre se coloca en primera fila para que todo el mundo la vea, pero la inteligencia se pone detrás para ver lo que pasa; por si hay “rasca”, la muy cuca, ¡a ver!.  
     Mucha gente creemos que España tiene el problema de haberse saltado de un golpe todo el siglo XIX.  Fue un salto en el que dejaron aquéllos nefastos gobernantes toda nuestra incipiente cultura liberal culpando al tópico de que España es diferente, siendo esta una patraña casposa y absurda.  El viejo de la boina y el bastón siempre decía que no se conoce ningún pueblo culto que sea pobre, ni una sociedad analfabeta que sea rica.  El pensaba que el laicismo auténtico es tolerancia para todo el mundo, donde va implicado el respeto  de todas las religiones.  
El oficio de escribidor es tan sagrado que no se llega nunca, no existe meta alguna, igual que la música y las matemáticas; por eso cuando yo escribo sobre Melilla lo hago por nacimiento, por los recuerdos constantes, y sobre todo por amor a mi esposa que también es natural (legítima) de la ciudad.  Lean como un símil de los hijos legítimos y los naturales.  Nosotros somos hijos legítimos de Melilla.  Es como la cima de mi conciencia como persona bien nacida.  
Por último, y aunque no venga a cuento, y también porque me parece muy chungo, le ruego a nuestro Ministro de Defensa que devuelva la medalla.  Como ya decía hace poco: todo cargo tiene una carga, y el señor Bono por el suyo ya lo cobra bien.  Lo digo con mi pensamiento socialista sin hipoteca de carnet.
Reciban un cordial saludo.  




                                        Juan J. Aranda
                                        Málaga  31 mayo 2004
       

Poemas Junio 2004

         Poemas junio 2004



    

EL QUE ACERTABA EL MENÚ CADA DÍA

Frecuentaba una venta cada día
un tipo, que a la hora de almorzar,
con sólo su cubierto olfatear
acertaba el menú que se ofrecía.

Oliendo la cuchara, se expresaba:
“Sopa de picadillo de primero,
y sopa de tomate al modo arriero.”
Y oliendo el tenedor manifestaba:

“Chuleta o costilla de ternera
con pimientos morrones para asar,
y tostón segoviano al acueducto...”

Y, así, lo adivinaba a la primera.
se dijo que su acierto era producto
de algún truco de magia o del azar.

Y adivinaba el postre y la bebida,
por lo que fue famoso y con razón.
Al dueño le aburrió la situación
y preparó una trampa bien urdida:

Le pidió a su mujer que se pasara
un cubierto completo por tal parte
y luego lo pusiera con gran arte,
al cliente en la mesa que ocupara.

Y así lo hizo.  Y acudió el asiduo
que empezó, como siempre, a olisquear,
mas en su olfato no encontró residuo

de condumio ni nada que yantar.
Al cabo, preguntó con gesto raro:
“¿Desde cuándo trabaja aquí la Charo?.”


Ricardo Redoli
(amigo de Juan J. Aranda)









AL QUE MORDIÓ UNA SERPIENTE VENENOSA

Dos amigos buscando la aventura
viajaron hasta el África Central,
y se hicieron del preciso material
y fueron de safari a la espesura.

Uno de ellos sufrió la picadura
de una terrible víbora coral
en la parte más noble y personal,
por ello, con razón, sufre y se apura.

“No temas -le consuela el compañero-;
este libro que traigo en el macuto
nos dará la respuesta en un minuto.”

El amigo se estudia el libro entero
y encuentra una sorpresa sorprendente:
“Succionar sobre el miembro fuertemente.”

“¿Qué dice? – le pregunta el pobre herido.”
Y el otro le contesta convencido:
“Que te vas a morir rápidamente.”



Ricardo Redoli
(amigo de Juan J. Aranda)









Aquél verano Melilla lloraba
junto al horizonte donde el sol ardía.
El cielo añil de Annual, triste penaba.
El Desastre y la maldita matanza
de españoles fue tragedia.
Al atardecer con suave brisa
Lleno de  cadáveres héroes.
Cómo sonreía cruel
la de la guadaña.




Poema escrito a raíz de leer “El Desastre de Annual” de Fernández de la Reguera y Susana March
                                        Málaga diciembre de 1969








El amor,
acordeón por un ángel tocado
nunca a nadie impide
seguir sus sueños,
aunque sus lágrimas, a veces,
hacen a nuestras almas penar,
pero siempre perdona,
lava y perfuma
un agradecido corazón.




Este poema dormía entre papeles viejos de color sepia desde hace más de tres décadas








La soledad y el silencio,
padres de profundos pensamientos.
Reflexión sobre absurdas
y crueles guerras inútiles,
donde  siempre el pobre pierde
aunque gane su nación,
pero el rico,
¡ay, pobre rico!,
aunque su nación
con la sangre de sus hijos pierda,
él,
Siempre gana.
¿¡A que sí!?.



En recuerdo de la guerra de Iraq, tan cruel y maldita como todas ellas.


Mi curriculum 22/05/2004

MI CURRICULUM
     

Querido don Eladio, como te decían tus alumnos de Cabrerizas cuando ejercías la noble profesión de maestro de escuela.  Para el que quiera leer y saber te diré que mi primer beso de luz lo recibí en el Callejón del Aceitero, callejón perpendicular a las calles Duque de la Torre y Castellón de la Plana, el 15 de octubre de 1944, día de Santa Teresita de Jesús, de ahí que mis padres –más bien mi madre- me pusieran por segundo nombre el de Jesús.  Desde muy chiquitillo acudía a la miga de doña Nieves, en la calle Duque.  “En la calle Duque hay una miga/ donde cada niño lleva dos reales y una banqueta/ también suelen llevar desabrochada la bragueta/ porque a veces no aguantan la cagaleta”.   Cuando ya sabía que era Juan, o el niño de Mariquita, porque todo el mundo me lo llamaba, aprendí a discernir porqué nacemos, porqué se hace esto así o asao, qué era el bien o qué era el mal, me apuntaron  en el Grupo de Ataque Seco (hoy España), con doña Martina y doña Vicenta.  Más tarde eran don Cristóbal Gámez, don Domingo Pérez, don José Sánchez del Rosal, don José Belmonte y el recuerdo de Villalta, el conserje que repartía el queso y la leche en polvo de los americanos por nuestras filas de tres en fondo.  En el Instituto de García Cabrelles, entre muchos otros, era don José María Antón el que nos daba clase de literatura.  Que por cierto nunca supe qué era lo que contenía su vieja y perdurable cartera de cuero, si era el bocadillo o libros y apuntes.  En la academia Barrientos, en la Plaza de la Bandera de Marruecos, era don Felipe el que me enseñó una preciosa caligrafía que con los años y mi trabajo en Correos se perdió, aunque a veces algún bolígrafo en mis manos me hace recordarlo con cariño.   Todo esto iba acompañado con las clases -de balde- de música en la antigua calle de Medina Sidonia, en el Mantelete, con el profesor y director de la banda del Frente de Juventudes, don Julio Moreno.   Más tarde soplaba por la boquilla de un trombón de varas o de pistones, también por la de un bombardino o la de un bajo o helicón.   Destinado en Barcelona como funcionario de Correos (Cartero Urbano) ingresé en la banda de música de la Cruz Roja, de la que formábamos parte casi ochenta músicos, dando conciertos donde los solicitaban.  Acudía de clac, porque no tenía ni un duro, a muchas funciones de zarzuelas en los distintos teatros, y también a los conciertos en el Palacio de la Música.  De vez en cuando veía y escuchaba alguna que otra ópera, gracias a un amigo y compañero músico, entre bastidores de El Liceo.   En la Ciudad Condal fue donde se me abrieron “las pajarillas” de la lectura “seria”con los escritores-poetas postergados e innombrables del antiguo régimen, con sus libros prohibidos, que por ser de ellos, fueron los que me abrieron la mente de juventud y supe entonces lo que ocurrió entre las dos Españas, las que: “ .... porque una de las dos/ ha de helarte el corazón”, como decía Machado.  Era como una carga crítica como analítica que llevamos todos los nacidos en la posguerra y que leímos esos libros prohibidos por el régimen, pero muy didácticos y objetivos.  En el sesenta y siete me trasladé a Málaga y abandoné la práctica de los instrumentos musicales sin dejar que el arte de la música se apartara de mí.  La lectura y lo poco que solía escribir para “mis adentros” suelo enviarlo a este diario periódicamente desde hace varios años para su publicación; intentando siempre escribir para amenizar, nunca para convencer, pero si alguien sale convencido, tanto mejor.  En diciembre de 2002 la Consejería de Educación, Juventud y Mujer, siendo Joaquín González Molero su Consejero y mi munífico valedor, publicó mi humilde libro de Historia de nuestra ciudad titulado “Breve Cronología de Melilla”.  Pienso que se debe tener sentido del humor, perspicacia y una buena ración de optimismo, que es lo que hace falta a todo el mundo, y dejar la mala leche arrumbada hasta que se pudra y se tire al retrete.  Hay que querer querer, como decía Salinas. También creo que  la poesía hace justicia a las palabras que nos emocionan.  Es como si fuera mágico cuando uno la escribe, como si hubiéramos quitado la mordaza a la injusticia.   La poesía para mí es como si dijéramos: queda prohibido prohibir.  Sobre los poetas que me complacen no tienen orden ni concierto, lo mismo sonrío leyendo a Quevedo sus jocosidades que saboreando las fábulas de Samaniego e Iriarte.  Aunque a veces  me rompo las meninges con León Felipe o con Amado Nervo.  Con Miguel Hernández me emociono con las nanas de la cebolla: “En la cuna del hambre / mi niño estaba./ Con la sangre de cebolla/ se amamantaba,...../.  Con Neruda me adentro sin conocerlo en su Chile natal y en todo lo que dice de nuestro idioma castellano y los conquistadores torvos : “ Las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes: el idioma.   .....Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema.... Se llevaron el oro y nos dejaron el oro... se lo llevaron todo y nos dejaron todo”.   Pero el poeta por antonomasia es Federico García Lorca.  Ian Gibson lo describe magistralmente en “Vida, Pasión y Muerte de Federico García Lorca”.  Y al melillense, rusadiano como a él le gusta llamarse, Juan Garbín que con su último libro “El exilio de los días rotos” deja patente los malos tratos a las mujeres.  Y a tí, que ya   pensabas que te escapabas, te leo cada semana con fruición.  Tu columna “Vivencias de una Pluma Dolorida” necesito leerla varias veces para copiarte en mi memoria.
     Aquí, y por razones de espacio, hace punto y final mi pluma (ordenador) de este curriculum chiquitillo.  Recibe un abrazo extensivo a todos los que leen estas páginas llenas de poesía y de amor hacia nuestra ciudad.  Que seas feliz.
                              























POEMA A MELILLA

Aunque romántico parezca
y quizás lo sea,
si Sócrates pensaba dialogando
y Descartes dudando yo,
cuando pienso en Melilla
lo hago soñando.
Nunca digo que es mía
porque en realidad yo soy de ella
como la Ñ a nuestro castellano idioma.

El olor ajado de una rosa
como mis pensamientos
en silencio siempre,
me retraen a la niñez
en mi Parque Lobera,
a  sus barbacanas murallas
donde en invierno el viento
y la  lluvia oblicua las golpea.
Donde en el atardecer del estío
una pareja con la oratoria
  muda en  sus ojos
solo hablan de amor.

Las sombras que antaño tuvo Melilla
tan importantes son como su luz.
Por sus guerras
“Hija de Marte” fue llamada.
También por sus años
le llaman vieja,
y antigua por los siglos
que es España
y no de ella.

La Compañía de Mar de Melilla 15/05/2004

LA COMPAÑÍA DE MAR DE MELILLA

De los muchos amigos que me honran con su confianza, y perdonen que no los nombre a todos porque ocuparían bastante espacio, tengo a Antonio Aznar.  Este hombre cada vez que cruza el “Charco” me viene con un obsequio referente a nuestra ciudad.  Esta vez es la Historia de la Compañía de Mar, publicada en un periódico local en once capítulos y perfectamente encuadernada.  Está escrita en 1997 por el entonces Teniente Jefe de la Compañía de Mar, don Francisco Correa.  
La Compañía de Mar desde que en 1497 se la tituló con el nombre: “Los Cuarenta Hombres de Mar” .   El 10 de noviembre de 1745 fueron  “Pelotones de Mar de las Plazas de África”.  El 31 de enero de 1885 se refundieron los pelotones y se le llamó “Compañía Marítima de Melilla”.  Por Real Orden de 19 de junio de 1899 pasa a denominarse “Compañía de Mar de Melilla”:  El 28 de diciembre de 1927 se creó la “Compañía de Mar del Rif”, estando su Plana Mayor en Villa Sanjurjo, actual Alhucemas.  El 26 de diciembre de 1932, con el Gobierno de la II República se reorganiza el Ejército de África y se disuelve la Compañía de Mar del Rif refundiéndose con la Compañía de Mar de Melilla.  El 10 de junio de 1936, la Compañía cambia de emplazamiento a la ciudad de Villa Sanjurjo.  Un mes más tarde, el 10 de julio del mismo año regresa definitivamente a Melilla.  En 1987 se integra en la AALOG con la denominación: “Unidad Terminal de transporte IX/24”.  En 1989 pasa a ser la “Compañía de Mar y Terminal X/24”.  En mayo de 1992 es  “Compañía de Mar y Terminal 1/IX/24”.  
Todo lo que han leído es copiado literalmente de lo que dice  Correa Vela, al que imagino que en la actualidad lucirá en sus hombreras algún grado más.   Creo, y si me equivoco que él mismo me rectifique, que su abuelo y su padre ostentaron los grados de Capitanes de la Compañía de Mar, o sea, que es la tradición de una familia de melillenses.  Me dice un amigo que hasta el día de hoy la Compañía de Mar pertenece a la ULOG24 (Unidad Logística 24).
Yo, que soy muy preguntón en todo lo referente a nuestra Historia, me cuestiono cómo quedará en el futuro nuestra entrañable Compañía de Mar.  Es solo puro y simple romanticismo de recuerdos de cuando se la veía desfilar por la Avenida, pareciendo una gota de limpia leche, en medio de tanto color kaki.  En Rostro Gordo, al final de la instrucción, siempre desfilaban en segundo orden de parada, después del Cuartel de Plaza.  Corrían los años 1965-1966.  Yo, que pertenecía a la Agrupación de Sanidad, podía observarlos desde frente de la tribuna del Comandante General esperando el turno de desfile de nuestra Agrupación, que siempre éramos los últimos y los que portábamos el mosquetón como si fuese una escoba; eso era cada jueves a las doce de la mañana.  Como saben los de mi “quinta” la Agrupación de Sanidad Militar, era la que se dedicaba a la desinfección de muchos acuartelamientos, fuertes y fortines de Melilla, siendo el de la Compañía de Mar uno de ellos.   Recuerdo un poema escrito en aquéllos “gloriosos” años de juventud que desempolvé hace unos meses y que este periódico publicó.  Aquél soldado me dijo que se llamaba Benigno y era natural de Potes, Santander.   Al pobre acababan de entregarle la ropa que más bien parecía servir a uno con varias tallas más grande, sintiéndose muy triste; pero él no sentía tristeza por el ropaje de gigante que le dieron; me dijo que era la morriña por su Potes natal, también por la belleza del Desfiladero de la Hermida, y tantas vivencias montañesas:  “En las escaleras de la Marina/ centenarios torreones al sol. /Un soldado recluta hace guardia; / verdad que triste se encuentra / dentro de su torpe aliño indumentario. / Siente hambre de madre y / sed de su lejana montañosa tierra /.  Es de Potes y su nombre es Benigno /”.  
A la banda de los Flechas Marinos mucha gente la recordará de cuando desfilaba por las calles de Melilla.  Años más tarde era otra banda de chaveas, de la que formé parte como muchos melillenses, que hoy somos de la zurda (no me gusta decir siniestra), y otros de la diestra mano política, y que peinamos canas, por supuesto.  Éramos la del Frente de Juventudes, cuyo maestro y director don Julio Moreno la que tomó el relevo en los locales de la calle Medina Sidonia (actual Francisco de Miranda) en el Mantelete.      
Sirva este humilde artículo de homenaje en el recuerdo de todos los que han prestado sus servicios en nuestra entrañable y memorable Compañía de Mar durante más de cinco siglos.  



                              Juan J. Aranda
                              Málaga 15 de mayo de 2004


      

Una historia sobre las campanas de la iglesia del pueblo 04/05/2004

                    UNA HISTORIA SOBRE LAS CAMPANAS DE LA IGLESIA DE EL PUEBLO
     
De entre los volúmenes de mi humilde “biblioteca melillense”, todos referentes a la Historia de Melilla, poseo uno que se titula: “Francisco de Miranda, El Sitio de Melilla (1774-1775)”, con el Estudio Preliminar del que fuera Cronista Oficial de la ciudad, don Rafael Fernández de Castro, Editorial Algazara de Málaga.  Releyéndolo observé un dato en la página 37 donde se refiere que el Sitio fue levantado el 19 de marzo de 1775, fecha en que la Iglesia celebra la festividad de San José, “....Por una disposición especial que tiene fecha de 2 de septiembre de 1775, se asignó una suma de 600 reales de vellón, para que todos los años se hiciese en la Iglesia de la Purísima Concepción de Melilla, con toda solemnidad (tres capas, Sermón, volteo doblado de campanas y desfile de la guarnición) una función religiosa a San José, en conmemoración del levantamiento del Sitio de 1774-75”.   A pesar de mi ignorancia en temas eclesiásticos lo de las tres capas y el volteo doblado de campanas me dio que pensar.  No me parecía que encajase.  Este pensamiento y también la curiosidad por saber a qué se refiere esa apreciación, entre paréntesis, en el Estudio Preliminar de Fernández de Castro, me llevó a consultar con el “Experto en Santos Vírgenes y Beatas”, y también “Enciclopedia Melillense”, como yo le llamo a nuestro buen amigo don José Luís Blasco López, el que fuera Presidente de la Asociación de Estudios Melillenses, para que me pusiera al loro en el tema; y claro que me puso al loro, bueno, en realidad nos ha puesto a todos los que leemos este diario.  
     Sobre lo de las Tres Capas es solo en un Tedeum donde los curas llevan las Capas y no hay Sermón que valga (el que valga es mío), éste es solo en la Eucaristía, o sea, en las misas, y en éstas, el cura lleva Casulla y no Capa.   Y sobre el Volteo de Campanas en la Iglesia de La Purísima: cómo se iban a voltear unas campanas, especie de esquilas con sus castigaderas, que en aquéllos años eran fijas. Aquí me hizo una exposición sencilla, pero aleccionadora, que admiré por sus conocimientos en el tema, y refrendados con documentos.  Por si lo ignoran deben saber que las campanas de la Iglesia de El Pueblo tienen sus  nombres como muchas otras.  La espadaña quedó derruida por el tiempo construyéndose una nueva, y a iniciativa de la Orden Tercera de San Francisco de Asís, la campana grande que está en la parte superior llamada San José fue fundida en el año 1940 en los talleres de la Junta de Obras del Puerto.  Según tengo entendido por personas enteradas, desde 1990 no se ha tocado más, solo el viento de temporal de fuerza 8, como los que azotan Melilla de vez en cuando, hace que el badajo la haga sonar.  El motivo de no voltearse es debido a la falta de hacer un taladro en el tejadillo de la torre para que pueda pasar el cable y así impulsarla.  Sencillo y creo que poco costoso.  Su Yugo, que era de hierro con el paso del tiempo quedó herrumbroso y tuvieron que mandar a pedir uno nuevo a una empresa de Guipúzcoa.  Las de abajo que son fijas se llaman las dos Santa María, y fueron fundidas en la ciudad de Málaga en fechas posteriores al famoso Sitio.  
     Mucha gente, yo incluido, nos preguntamos: ¿Dónde se encuentra esa Disposición Especial o Pragmática de Carlos III de fecha 2 de septiembre de 1775, en la que se pueda leer que se debe celebrar una función religiosa con Tres Capas, Sermón, Volteo doblado de campanas y el desfile de la Guarnición?, si cuando el Emperador de Marruecos abandonó el Sitio a Melilla, en la Iglesia de la ciudad no existía una campana de volteo, hasta que en 1940 no instalaron la San José.  Y el sermón, que solo se efectúa en una misa o eucaristía, en la que el cura lleva casulla y no capa.  A no ser que la burocracia estatal de entonces no tuviese en cuenta esos detalles de la Iglesia de la ciudad y publicara la Pragmática sin  cerciorase de ellos.  No sé, “Doctores tiene la Iglesia”.  Si hay algún entendido que diga dónde está archivado ese documento, por favor que lo exponga por estos medios.  Mucha gente está ávida de saber Historia; datos que parecen no tener importancia, pero hay que tener siempre en cuenta que la Historia es, desde luego exactamente lo que se escribió, pero ignoramos si es lo que verdaderamente sucedió, como es el caso de esta Disposición Especial de Carlos III, que al parecer se contradice bastante.
     Quiero aprovechar para decirle al rusadiano Juan Garbín, que hace tiempo no leo nada de su Albero, solo sus poemas, y eso es como dejarnos cojeando al faltar su “Desde mi Albero” que tanta salsa  política aderezada con acedera y limón que siempre lleva impresa y que tanto agrada a sus seguidores.  Y a José Luís Blasco que nos deleite con temas históricos documentados para que todos podamos saber, incluso los que sientan la noble emulación de sus conocimientos, ergo envidia, como bien decía Unamuno.  A los dos os digo: ánimo y p´alante.

                                        Juan J. Aranda
                                        Málaga 4 de mayo de 2004