sábado, agosto 26, 2006

UN CONGRESO DIVERTIDO Y UNOS SUELDOS BOCHORNOSOS 07/11/04

UN CONGRESO DIVERTIDO Y UNOS SUELDOS BOCHORNOSOS

En Viena, como todo el mundo sabe, de septiembre de 1814 a junio de 1815, se celebró el famoso Congreso cuyo objetivo era restaurar el equilibrio político de Europa y definir los territorios después de la caída de Napoleón. Austria, Dinamarca, Baviera, Italia, España, Suecia y Suiza fueron los países que se reunieron bajo la presidencia de su artífice el príncipe austríaco Metternich. Buscaban la legitimidad de las monarquías europeas, modificando el mapa de Europa. Francia volvió a sus fronteras de 1792 rodeada de estados tapones: Prusia Renana, Reino de los Países Bajos, Reino de Saboya y el Piamonte. La 7ª Sinfonía de Beethoven se estrenó y fue dedicada a Wellington por su triunfo en Vitoria. Los bailoteos, las representaciones teatrales y los conciertos dieron lugar a que se le llamase: “El Congreso de los bailes”. Total un puro cachondeo y sopleo donde ya estaba todo frito y cocido de antemano.
Un amigo me comentaba que el congreso del PP en Melilla se merece que se le haga el símil del dicho tan castizo: “Lo de Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como”. Claro que si estaban los que eran, que necesidad tenían de incluir a más gente; así cada uno queda en su puesto y a seguir el baile, más o menos como el de Viena. Este hombre que llevaba varias décadas dando el callo con los vecinos en los barrios, buscando votos boca a boca y luchando por los colores de las gaviotas peperas, antes AP; a ese o a esos se los han cepillado por la jeró. Lo que me gustaría saber es quien de los organizadores hizo el papel de Metternich y quien fue el Beethoven, porque el preludio político musical que se escuchaba antes de su celebración creo que no gustó a mucha gente al no ser incluidas en las listas (¿estarían en las tontas?), presentando sus respectivas bajas en el partido y si te he visto SÍ que me acuerdo. Yo, ignorante de mí, siempre he tenido la convicción de que las ideas no deben imponerse sino proponerse; por eso propongo a esta gente que han salido avergonzados, más bien cabreados, y haciendo mutis por el foro que organicen un partido en el que más o menos tengan el eslogan como un testículo a otro a la hora de echar un kiki: “No te juntes con el largo que a la hora de la verdad te deja fuera”. Cuentan que el General Narváez en su lecho de muerte, al ser amonestado por su confesor para que perdonara a sus enemigos alzó la ceja, abrió un ojo y le espetó: “¿Enemigos dice, padre?, ¡Yo no tengo enemigos, los he fusilado a todos!”; así, con dos cojones. Amigos, no seamos como el “Espadón de Loja”, que menudo fue el tío de severo con los que no comulgaban con sus ideas. Sabrán que existe un dicho muy feo y ofensivo hacia las mujeres de ese pueblo granadino que nace de cuando este general iba a su finca montando fiestorros a tutiplén.
Si el congreso del PP en Melilla fue denostado por algunos de los integrantes de su partido, imagínense en Ronda que los del Partido Andalucista, los del GIL y los del Partido Popular , que tienen la mayoría en coalición, han aumentado del gasto para sueldos de sus ediles y cargos de confianza un 54%, unos 600.000 euros de nada cada año. Los diez concejales con dedicación exclusiva con 2.309 euros al mes y el Alcalde, que es andalucista: 3.677 euros mensuales. Si tienen algo que objetar, háganlo al maestro armero porque eso ya está en capilla, y no en la Sixtina, en espera de su ejecución. Yo solo tengo una pregunta que formularle a esta gente (palabra amable): ¿Es que en Ronda no hay pobres e indigentes que necesiten más ese dinero?; ¿Es que no se les cae la cara de vergüenza subirse esa enormidad cuando los impuestos suben y los sueldos se van quedando cortos?, ¿Es que algunos políticos no tienen conciencia de que todo el mundo les llama sinvergüenzas, y con razón, cuando ven esas barbaridades?. Por favor señores: tengan respeto hacia los ciudadanos, a los sufridos españolitos que pagamos los impuestos religiosamente para que funcione el País y no para que ustedes perciban esos sueldazos, que muchos trabajadores tardarían años en ganarlos con su trabajo.
En “Las Bodas de Fígaro” (óiganla cuando puedan) Mozart consiguió que la violenta discusión de ocho personajes se convirtiera en un monumento a la armonía. La frase que más me duele es la que muchos peninsulares nos dicen cada vez que sale la derecha triunfante en las Elecciones Generales: “Los melillenses tenéis lo que os merecéis”. Bueno, pues muy bien, si en este caso los políticos hacen sus deberes y lo que prometieron con toda la dignidad que merecemos los que los hemos sentado en sus poltronas. Pero si en los plenos ocurren cosas tan desagradable como en los patios de vecinos, antiguos corralones malagueños, donde solo existía un retrete para diez vecinos en cada piso y varias pilas de lavar en el centro del patio, donde las vecinas hacían sus coladas y también de vez en cuando se enzarzaban en discusiones pueriles de vecindad. Lo que ocurría en estos corralones, y en la actualidad en algunas escaleras modernas, tiene su mijilla de pase, porque la discusión se dirime por las buenas o en los juzgados entre varios vecinos o familiares, pero la bochornosa actuación de unos representantes del pueblo llamándose barbaridades en un pleno es para que ambos dejaran sus poltronas y se largaran con viento fresco a sus quehaceres particulares porque no son dignos de representar a ningún ciudadano. En tiempos de la Transición al hemiciclo de Las Cortes muchos periodistas le llamaban: “Hemicirco”.
Y para terminar si al lector le ha subido la tensión con lo de Ronda o con lo del “Hemicirco” de Melilla le recomiendo que se harte de agua, que es muy diurética, y la mala leche que le ha entrado la vomite en el mar azul de nuestra ciudad que todo lo purifica.
Reciban un cordial saludo.

Juan J. Aranda
Málaga noviembre de 2004