sábado, agosto 26, 2006

UNA DE COOFICIALIDAD LINGÜISTICA 15/11/04

UNA DE COOFICIALIDAD LINGÜISTICA

Yo no me voy a extrañar, a estas alturas, porque algunos nacionalistas peninsulares reivindiquen que su lengua vernácula sea cooficial en su comunidad junto al castellano, siendo esta la de todos, aunque les pese y renieguen de ella. A pesar de residir en esta otra orilla cada vez que leo algo sobre nuestra ciudad que en mi opinión, aunque no sea considerable de darle importancia, yo también me veo en la obligación de escribir estas líneas con el asombro, sí señor, asombro, que me ha causado la reivindicación para que sea el Tamazigh lengua cooficial junto al castellano en nuestra ciudad. A continuación voy a intentar dar una réplica a varias cartas y artículos aparecidos durante estas fechas, y también reivindicar mi opinión al respecto; porque yo también tengo derecho a reivindicar. En el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), la palabra “Genocidio” dice: “Exterminio sistemático de un grupo social por motivos de raza, de religión o político”. Se refiere a personas y no a lenguas o idiomas. Esta palabra tan trágica y tan infausta para los que lo padecen se debe pronunciar con mucha precaución, y si no se sabe lo que quiere decir, debe buscarse otra en la que encuadre mejor a lo que se esté escribiendo. Otra es: “Vernáculo”, que se aplica corrientemente solo a la lengua o idioma del país de la persona que se trata. “Fustigar” es otra palabra que significa censurar duramente algo o a alguien con intención justa y ánimo de corregir. A un español nacido en Melilla y habla el Tamazigh porque sus padres se lo han enseñado hay que felicitarle por saber expresarse en dos lenguas, la suya: el Castellano, que es la de su Pais, y la otra que es la de sus padres o abuelos. Lo digo por los que quieren estar con un pié en Beni Enzar y el otro en la Hípica. La hipotética discriminación que algunas personas ven que se le hace a esa lengua, según ellos, milenaria y no a la vasca, a la catalana y a la gallega, creo porque Melilla, que es España, está en el Norte de África y frontera con Marruecos, país extranjero, donde su lengua oficial es el árabe y donde en una de sus zonas se habla el Tamazigh, que no es cooficial, como en Cataluña, Vascongadas, Galicia y Asturias, que si lo son las suyas y que hacen frontera con otras comunidades que pertenecen al mismo país, o sea, el Estado Español, donde se habla el castellano que es, según la Constitución, la lengua oficial. Si no me he equivocado, quienes fustigan son esas personas que censuran duramente a las autoridades con la intención justa y el ánimo de corregir lo que en su opinión está mal hecho.
Los miedos atávicos o ancestrales que puedan sentir algunas personas en Melilla a todo lo que huela a musulmán o beréber yo creo, en los tiempos que corren, que es una falacia, o sea, una falsedad.
Al periodista Antonio Burgos, sin que sea santo de mi devoción, tengo que darle la razón en su artículo en ABC y reproducido en este periódico el 8 de noviembre. Me refiero a la crítica de chanza que le hace a Malik Ruiz, gerente de la Comunidad Islámica de España, al plantearse esta comunidad solicitando la cooficialidad del árabe en Andalucía, en el supuesto de que en Ceuta y en Melilla sean declaradas cooficiales, el árabe y el tamazigh, respectivamente. Antonio Burgos describe una relación de palabras árabes que aún están en nuestro idioma castellano como: aldaba al picaporte, alhucema al espliego, alfajor a la rosquilla, alberca a la piscina, almazara al molino, etc.; finalizando que Malik Ruiz y los reivindicadores en las ciudades norteafricanas llegan con cinco siglos de retraso. Me imagino a mi amigo Juan cuando se entere que un señor musulmán y llamado Ruiz, como su vecino, solicita que en su pueblo sea cooficial el idioma que hablan unos inmigrantes que huyen del hambre de sus países en pateras, donde muchos de ellos mueren ahogados en nuestras playas. Por no despotricar, creo que su sonrisa será de recochineo. A los reivindicadores, para que se centren y reconsideren sus peticiones, les recomiendo la lectura con detenimiento del Artículo 3, apartado 2 de nuestra Constitución que dice: “Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus estatutos”. El Tamazigh no es una lengua española, es la lengua que se habla en una zona de Marruecos, y que muchos españoles nacidos en Melilla, procedentes de esa zona también la hablan debido a su ascendencia familiar; y pare usted de contar. También debieran repasarse el Artículo 5, apartado H del Estatuto de Autonomía de Melilla en el que se puede leer: “ La promoción y estímulo de los valores de comprensión, respeto y aprecio de la pluralidad cultural y lingüística de la población melillense”. O sea que vamos a respetar, a comprender y a apreciar los valores de la pluralidad cultural de nuestra ciudad y a dejarnos de manipulaciones demagógicas que no tienen razón alguna. Lo malo de todos los que se creen estar en posesión de la verdad es que cuando tienen que demostrarlo no aciertan ni una. Esto no sé quién fue el que lo dijo, pero viene muy bien al pelo. “Quienes buscan la verdad merecen el castigo de encontrarla”. Esto sí que fue el gran pintor don Santiago Rusiñol y Prats el que lo pronunció.
Reciban un cordial saludo.

Juan J. Aranda
Málaga noviembre 2004