miércoles, enero 04, 2006

Gracias a José Luis Blasco 01/02/2004

GRACIAS A JOSÉ LUÍS BLASCO LÓPEZ POR LOS SERVICIOS PRESTADOS COMO PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE ESTUDIOS MELILLENSES
     
José Luís Blasco ya no es el Presidente de la Asociación de Estudios Melillenses.  Ha dimitido.  Como mucha gente, yo lo siento de verdad.   El nuevo, y elegido por trece votos –qué número más fario-,  Presidente, señor Sáez Cazorla, que desde estas líneas le deseo lo mejor en el devenir de su nuevo trabajo altruísta, claro está; lo digo porque habrá personas que crean que hay “trincaera”, si me lo permite me tomaré la licencia y le diré que los aduladores se parecen a los amigos como los lobos a los perros, y si alguien le molesta diciéndole una verdad, sea la que sea, le sugiero que aguante estóicamente.  Pero si es una persona inoportuna, que le dice tonterias sin ton ni son, que se cree alguien, más bien presumido y un tanto vulgar, no le haga caso, como decía Luís Carandell: ese es un gilipollas; y ya se sabe las cuentas que hay que echarles a esta gente: ninguna.  También le sugiero, por medio de la junta que se crea, que  “obligue” a muchos socios que tienen unos sueldos o pensiones opíparos, que muy bien pueden aportar sus cuotas, dejen de ser honoríficos o honorarios (algunos de ellos figurones) y endiñen como los demás socios, que la cuota son solo 15 euros al año.  
El dimitido, José Luís, es un hombre que posee en la A.E.M. muy buenos amigos.  En dieciseis años perteneciendo a la misma y casi nueve de ellos como Presidente ha dejado muy alta la estima de la Entidad.  De cuatrocientos libros que había en los anaqueles y estanterías cuando él se hizo cargo de la presidencia, en la actualidad, según creo existen más de siete mil volúmenes, cientos de planos, fotografías y documentos históricos originales que se pueden consultar en horas señaladas.   Todo esto ha sido recopilado mientras fue presidente.  Lo hizo como él siempre hace las cosas: con el altruísmo que le caracteriza desde que estudiaba en la escuela parroquial de don Isidro, encima del Sagrado Corazón.  También me he enterado que en su despedida, al final de la reunión y de las votaciones, no se dignó nadie en darle las gracias “por los servicios prestados”.  De verdad que parece increible: ¿Nadie tuvo el decoro de al menos decir unas palabras de reconocimiento a su labor durante tantos años?. Yo creo que la cortesía no cuesta nada pero el que la practica gana muchos enteros, y ese gesto tan poco amable hacia un presidente saliente denota la escasa enseñanza o instrucción adquirida durante la vida de cada persona, sean quienes sean.    
     A la junta que se forme ahora le animo a que no se rindan, porque si se desinflan y hay desbandada pasará como al dormido camarón, que la corriente se lo llevará.  En este caso, y según los Estatutos, creo, y si me equivoco que me lo rectifiquen, la Ciudad Autónoma se hará cargo de todo: Del local, que es suyo, y como lo que hay de puertas hacia dentro es de la A.E.M., que no de Fulanito ni de Menganito el “camarón” será engullido por esa “corriente” y será el fín de la Asociación de Estudios Melillenses, como alguien desea que se haga con la figura del Cronista Oficial de la Ciudad, diciendo que es obsoleta.  Es su opinión, que muchos melillenses, por suerte, no compartimos, claro.  
     Por otra parte creo que la investigación que llevan a cabo en la A.E.M. necesita de una mínima financiación pero con las aportaciones de los socios no hay ni para pipas.  La cultura debe impregnar todos los campos de la política de un país, en este caso de una ciudad, Melilla.   Asi que las Consejerías, lo digo en plural para que se impliquen las que se vean “retratadas”: Cultura, Educación, Hacienda y Presidencia, no importa el orden, pero si es la de Presidencia quien se pone a la cabeza tanto mejor, ahora que hay bonanza de euros apoquinen con lo que se estipule en los Presupuestos de la Ciudad.  Si me lo permiten les diré que elegir ser político es como un sacerdocio; es dar todo lo que tienes por los demás.  Por favor no sonrían que lo digo en serio.  En este caso es dar algo por la Entidad dirigida por un grupo de altruístas, amantes dedicados a la investigación y la divulgación de nuestra Historia y nuestra Cultura, con mayúsculas.  
     Y para terminar hago unas preguntas a quien quiera contestarme. Si es una autoridad en la materia, tanto mejor: ¿Qué es la Fundación Monumental “Ciudad de Melilla”?.  ¿Cuánto “jurdó” –euros- tiene de presupuesto?. ¿Para qué sirve?.  ¿Qué sueldo tienen los que mandan en ella?.  Esta la he dejado la última porque me daba reparos, pero como sé que no les importará que se sepa lo que cobran, ya que es público, y por no andar mirando boletines oficiales, habrá mucha gente que deseará cotejarlos con los suyos.  Como un servidor, mucha gente en Melilla desearía algunas respuestas; y si son todas, mejor aún.
     Reciban un cordial saludo.

                                        Juan J. Aranda
                                        Málaga enero de 2004